El miercoles 26 comienza el tiempo litúrgico de la
Cuaresma. Durante 40 días los fieles son llamados a la conversión personal, que
culminará en la Semana Santa con la muerte y resurrección de Jesús.
Y comienza con la imposición de cenizas el
Miércoles de Ceniza, celebración que tiene su origen en una antigua costumbre
judía de cubrirse de ceniza al hacer algún sacrificio, como signo de
conversión.
El sacerdote repite las palabras del
génesis al momento de imponer las cenizas en la cabeza “Polvo eres y al polvo
volverás”
Las cenizas se obtienen al quemar las
palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. Esto representa, por un
lado, que ese signo de gloria, usado para aclamar la entrada de Jesús a Jerusalén,
se reduce a nada.
Y por otro nos recuerda que nosotros
también vamos a convertirnos en polvo, la fragilidad de la vida humana y la
muerte como destino inevitable y que la vida terrenal es tan sólo un paso
("Pascua") hacia la vida eterna.
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