El pelícano es una figura utilizada por Santo Tomás de Aquino en su himno eucarístico Adoro Te devote. La idea es que el pelícano se muerde a sí mismo y da de su carne a sus crías y por eso se la usa como analogía con la Eucaristía ya que Cristo nos da su carne (su cuerpo) como alimento espiritual. Por lo tanto esta imagen ilustraría un ornamento relacionado con la Eucaristía, o sea el color apropiado (aunque no excluyente) sería el blanco y la finalidad ideal (tampoco excluyente) un ornamento para la fiesta de Corpus o primera comunión, incluso un Jueves Santo. Pero como toda alegoría con Cristo se puede utilizar donde mejor quede.
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